En la Encuesta Global de Delitos Económicos y Fraude 2022 de PwC, el 44% de las organizaciones de servicios financieros encuestadas informaron de fraudes a clientes, el 38% de ciberdelitos y el 29% de fallos de conocimiento del cliente. Y el fraude cuesta. Cada dólar de pérdida por fraude cuesta ahora 4 dólares a las empresas de servicios financieros de Estados Unidos (LexisNexis® True Cost of Fraud™ Study: Financial Services & Lending). Pero no son solo las implicaciones financieras las que tienen que preocupar a las organizaciones, el impacto del fraude puede hacer que los clientes pierdan la fe y que la reputación de la marca se desmorone. Hay que hacer algo para vigilar y controlar la actividad fraudulenta en la banca.
El auge de la banca móvil y abierta ha hecho que el fraude sea más frecuente. A medida que la tecnología facilita a los profesionales y a los consumidores la gestión de su dinero, también facilita que los delincuentes se aprovechen de las vulnerabilidades del sistema.
Los bancos luchan especialmente contra el fraude debido a la forma en que se ha construido su infraestructura a lo largo de los años. El almacenamiento en silos de la información ha dificultado (literalmente) la conexión de los puntos y la detección de patrones de comportamiento fraudulentos.
La incapacidad de los controles para "hablar entre sí" entre las diferentes partes de la organización es una de las principales barreras para mejorar la prevención del fraude, según una encuesta realizada en 2021 por iSMG Information Security. Las empresas necesitan desarrollar una infraestructura que ofrezca una visión segura y holística de toda su información si quieren detectar patrones que puedan indicar un comportamiento fraudulento.
Otro problema es que los esquemas de fraude actuales son demasiado sofisticados y evolucionan con demasiada rapidez para mantener el ritmo. De hecho, la encuesta de iSMG descubrió que esta era la principal vulnerabilidad en las defensas contra el fraude de los bancos. Por tanto, cualquier tecnología de prevención del fraude que se ponga en marcha debe ser capaz de adaptarse y actualizarse al mismo ritmo.
La solución es una plataforma ágil que permita desarrollar procesos e integrar aplicaciones en sprints rápidos para no quedarse atrás ante los astutos defraudadores. Un sistema flexible y ágil también le permitirá conectar sus sistemas informáticos existentes de forma segura. Esto proporciona visibilidad sobre toda su información y garantiza un control más estricto de los procesos end-to-end.
No solo preocupa el robo de dinero. Los bancos tienen la responsabilidad legal de mantener los datos de sus clientes a salvo de accesos no autorizados mediante la aplicación de medidas de seguridad exhaustivas para evitar las filtraciones de datos.
Uno de los bancos más grandes de Estados Unidos, Flagstar Bank, sufrió una brecha de seguridad en su red en diciembre del año pasado, en la que los piratas informáticos accedieron a la información sensible de más de 1,5 millones de clientes, lo que provocó que el banco tuviera que pagar 5,9 millones de dólares en acuerdos extrajudiciales.
El MIT ha advertido que la IA puede "permitir a los ciberdelincuentes dirigir ataques selectivos a una velocidad y escala sin precedentes mientras vuelan bajo el radar de las herramientas tradicionales de detección basadas en reglas". Un asunto que da miedo.
Todas estas amenazas hacen que la gente sea más consciente de las vulnerabilidades de la banca. Por ello, los clientes deben estar seguros de que su dinero y su información están suficientemente protegidos.
Si usted es víctima repetida de los estafadores, ello repercutirá en la retención y satisfacción de sus clientes. Los bancos tienen que infundir a sus clientes la confianza de que sus servicios no pueden ser infiltrados por los delincuentes. La Universidad Carnegie Mellon ha demostrado que existe una clara relación entre las violaciones de la seguridad y la pérdida de confianza y fidelidad de los clientes.
Si los bancos quieren asegurarse de que su marca permanece intacta, deben identificar los riesgos con herramientas de supervisión del fraude y poner en marcha una integración en tiempo real.
A medida que aumentan las amenazas, se endurecen las normas reglamentarias. Los bancos deben realizar las comprobaciones oportunas durante la fase de incorporación y seguir supervisando el comportamiento a lo largo del recorrido del cliente. Y no se trata sólo de amenazas externas: las personas internas y los ex empleados representan la mayor amenaza, por lo que hay que asegurarse de que también se aplican normas internas estrictas.
Los procesos digitales pueden ayudar a disminuir estas amenazas manteniendo alejados a los delincuentes y evitando cualquier error humano interno o mala conducta intencionada. La automatización puede ayudar a imponer un sistema central de auditoría para registrar los datos y las acciones y ayudarle a demostrar el cumplimiento en todos sus canales.
Puede prepararse para la detección del fraude desde el principio utilizando la DPA para ayudarle a llevar a cabo la diligencia debida y el conocimiento del cliente (KYC). Si utiliza las herramientas y los análisis correctos durante la fase de incorporación para la identificación y autenticación de los clientes, podrá completar una evaluación de riesgos exhaustiva. Las señales suelen estar ahí, solo hace falta tecnología para identificarlas, como la supervisión en tiempo real y otras medidas antifraude.
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La capacidad de aprendizaje automático de Bizagi se puede utilizar para predecir si los casos deben ser enviados a los profesionales de la prevención del fraude o no.
No se convierta en otra estadística. Asegúrese de que sus sistemas y fuentes de datos dispares estén conectados con una capa de proceso que le ayude a obtener una visión agnóstica de la información y la actividad de los clientes. Esto le ayudará a seguir cumpliendo la normativa y facilita la detección de actividades fraudulentas. Incluso puede anticiparse y evitar que se produzca, ahorrando potencialmente cualquier daño a la reputación y millones en ingresos perdidos.
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